Capítulo 32.

-Quédate en la fila. Voy a por los tickets.
Asentí y se alejó. Miré hacia arriba, la verdad, el Ojo de Londres es taaaaaaaan grande. No había mucha gente en la fila ya que era día laboral:
-Ya estoy.-dijo enseñándome los tickets.
-Oh, bien.
-Cuando pasen tres cabinas nos toca.
-Dentro de un cuarto de hora.
-Exacto.
-Y...¿dónde me vas a llevar de viaje?
-A un sitio.
-Oh, ¡a un sitio! Ja...ja.
-Que humor tienes.
-No saaabes tú cuanto.
La fila empezó a avanzar y nuestra cabina estaba apunto de parar:
-Ten cuidado al entrar, no vaya a ser que te caigas.
-Zayn...no soy tan torpe como tú-dije acariciándole
-Eres muy graciosa, ¿no?
-Entra anda.
Entramos a la cabina junto a otra pareja y un grupo de ancianos. La puerta se cerró y empezamos a subir poco a poco. Se veían miles de personas caminar por las calles dirección a sus casa o al trabajo de nuevo. Con prisa. De un lado para otro. Sentí unas manos pasar por mi cintura. Oh Zayn. Agarré sus manos y las acaricié suavemente. Eché la cabeza hacia atrás apoyándome en su hombro. El bajó la cabeza y me dio un tierno beso. Estábamos en lo más alto. Zayn se acercó al cristal y miró hacia abajo:
-Ven ____.
-Prefiero quedarme aquí.
-No seas tonta. Oh, tienes vértigo.
-Un...poco.
-¿Y si te agarro?
-Ee...
Zayn extendió la mano y la cogí. Me abrazó y me acercó al cristal:
-Ale, ya, ya, ya.
-No.
Me agarré más fuerte a él y se empezó a reir:
-No te rías.
-Gira la cabeza, solo. Yo sigo cogiéndote.
Giré la cabeza y pude ver a qué altura estábamos. Un cúmulo de mariposas se pusieron en mi estómago subiendo a la garganta:
-Es.. es precioso.
-Te voy al soltar.
-¡No!-dije volviendo a abrazarle fuerte.
-Vale, vale.
Terminamos la vuelta y estuvimos viendo cosas por alrededor. Se empezó a hacer oscuro Así que decidimos volver a casa:
-____, prepara ya todo para mañana.
-Zayn, mi maleta ya está echa.
-Entonces está todo listo, ¿no?
-Sí.
-¿Lo tienes todo bien recogido?
-Que sí.
-¿Tienes tus cosas a la vista?
-Sí Zayn
-¿Y las mías? ¿Dónde están?
-Tu sabrás-dije tumbándome en la cama.
-Aquí, aquí.
-Estás muy estresado.
-Desestrésame.-dijo cerrando la puerta.
-¿Zayn?
-Ya sabes...-dijo viniendo.-Tranquila, las chicas se han ido de compras.-Dijo rodando los ojos.
-¿Seguro?
Asintió:
-Ven-dije estirando los brazos.
Zayn vino hacia mi y se tumbó encima mía. Me empezó a subir la camiseta y a meter la mano por mi pantalón. No pude evitar soltar un pequeño gemido. Zayn se río y sacó la mano de mi pantalón y me lo quitó junto con mi camiseta.  Pasé mi mano por debajo de su camisa y su pantalón mientras que mis besos le recorrían su cuello. Seguí a lo mío otros cinco minutos más. Conseguimos poco a poco quedarnos sin nada de ropa, como nos trajeron al mundo; desnudos. Zayn se acomodó y se introdujo en mi bastante despacio. Cada vez que pasaba más tiempo iba más rápido y más fuerte. Íbamos a llegar al clímax. Puse mis manos sobre su espalda y no pude evitar arañarle. La cosa acabó y se tumbó al lado mío intentando recuperar el aliento. Puse mi cabeza sobre su pecho y el me abrazó contra él:
-Adoro estos momentos-dije acariciándole los brazos.
-Yo te adoro a ti-dijo dándome un toque en la nariz.
....
(DIEZ DÍAS DESPUÉS)
-Buenos días niña.
-¿Cómo que niña?-dije levantando la cabeza.
-Niña....
-Oh, vale.-dije volviendo a hundir mi cabeza en la almohada.
-Levanta.
-No.
-Verás...
-Te conozco, y otra vez al agua no.
-Hay que aprovechar que está la casa a pie de playa.
-Zayn...No me gusta...
-____, calla.-me corta- Ya lo hemos hablado. Estoy usando mis ahorros en pasar los mejores días de mi vida. No importa lo que me haya gastado en alquilar esta casa, ni en el viaje ni nada.
-Pero...
-Que no. Y ahora levanta.
-¿Me estás obligando?
-Sí.
-Pues entonces no me levanto.
-Por Dios, ____. Levántate, te lo pido por favor.
-Así me gusta.
-Oh, claro, así eres tú.
-Así soy yo.
Arrastré mis pies al suelo y me levanté. Fui hacia la cocina y rebuscando en los armarios encontré una tostadora.
Zayn me había llevado a una casa retirada en una islita cerca de Inglaterra. Sí, se había gastado un pastón en el viaje, y me siento mal, aunque no quiera. Pero tiene razón, es su dinero.
-Buh.
-Oh que susto.-dije irónicamente.
-Sé que te has asustado.
-Claro. Toma-dije dándole una tostada recién untada de mermelada.
-Gracias-dijo mordiendo.
Fui hacia la nevera y empecé a buscar la leche:
-Mierda.
-¿Qué pasa?
-No hay leche.
-Voy a por ella.
-No, voy yo. Así de paso compro más cosas.
-Lo que quieras. Tienes la moto a tu disposición.
-Podría ir andando.
-La he alquilado para usarla.
-Vivimos de alquiler.
-Pues porque no...no voy a usar las cosas por mucho tiempo.
-Oh Zayn. Olvida esta conversación. Ahora vuelvo. No te muevas de aquí-dije cogiendo el bolso.
-¿Dónde me voy a ir?
-A la playa.
-Buh, no. No hay ganas.
-¿Estás bien?
-Sí, ¿por?
-Te noto...Bueno, me voy. Chao.
Salí de la casa, cogí la moto y fui hacia la ciudad. Entré en la única tienda que había, ya que la isla era bastante pequeña y fui cogiendo las cosas que necesitaba. Al terminar fui a pagar las cosas:
-Oh querida, nunca te he visto antes. ¿Estás de visita?
-Sí, bueno, no, es difícil de explicar.-dije cabizbaja.
-Si no es mucho pedir agradecería que me lo contases. No hay mucha gente por aquí, guapa.
-Estoy con mi novio. Disfrutando de lo que le queda.
-¿Cómo? No entiendo querida.
-Cáncer.
-Oh, lo siento mucho amor.-dijo la anciana cogiéndome las manos.-Mejor hablamos de otra cosa mientras te cobro la compra.
-Sí gracias.
-¿Y que os ha traído aquí?
-Bueno, la verdad es que no lo se. Me trajo el por sorpresa.
-Que bonito. Bueno, son 7,99 por favor.
-Tome-dije dándola el dinero.
-Muchas gracias guapa.
-A ti, adiós.
-Adiós.
Fui con la bolsa a la moto y la metí en el pequeño maletero. Me monté en ella y fui dirección a casa. Aparqué la moto y entré en casa. Dejé la bolsa en la cocina y fui a dejar el bolso en el sillón:
-¿Zayn? ¿Dónde estás?


[Bieeeeeeeeeeeeeeeeen bitches. Tardé, lo se. Pero me robaron el móvil y estuve suuuuuuuper mala D: Y eso :CCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCC]